Bajo los efectos de «Rushium»: Ni una fractura pudo con la psicodelia de Tame Impala

Escrito por Karin Ramírez Raunigg – Fotografías por @godoyphotoshoot
Tras la publicación de Kevin Parker sobre una fractura de cadera que lo aquejaba, las dudas siempre rondaron respecto a su gira por suelo latinoamericano. Sin embargo, Parker cumplió su promesa de tocar de igual forma.
La tercera y última jornada de la onceava versión de Lollapalooza Chile, no escatimó en cansancio. Las caras de agotamiento se hacían visibles en todos y todas quienes portaban su pulsera de los tres días, esto sumado a cambios de horario de último minuto producto de dificultades en aduana con YUNGBLUD, este día domingo se transformó en una verdadera montaña rusa de emociones.
La jornada comenzó temprano, la gente se agolpaba desde las primeras presentaciones en el Costanera Center Stage con la esperanza de encontrar las mejores posiciones para The 1975 y Twenty One Pilots respectivamente; mientras que el Banco de Chile Stage, comenzó a tomar forma un poco más tarde.
Tras las presentaciones de OTTO, Panico y Jane’s Addiction, ahora le toca subir a escena a la agrupación australiana comandada por Kevin Parker. Tras la serie de desafortunados eventos que cubrió esta versión de Lollapalooza, y más particularmente esta jornada, la que inicialmente sufrió la baja de Blink-182, y luego la reprogramación del show de YUNGBLUD, no era tan descabellado pensar que Tame Impala también podría bajarse en último momento, y esa fue parte de la tónica que cubrió la compleja espera de quienes esperaron a Tame Impala desde temprano horario: “No lo creeré hasta que lo vea sobre el escenario”, fue una de las frases que nos comenta uno de los fans de Tame Impala que se atrevió tímidamente a conversar con WalkingStgo.
Cerca de las 19:00 el público de Jane’s Addiction comienza a moverse, algunos y algunas corren al Costanera Center Stage para alcanzar alguna visual para The 1975, mientras que otras y otros comienzan a congrerse para comenzar la espera de los ideólogos de Innerspeaker (2010). 19:30 se concreta la salida de la banda liderada por Perry Farrell, y el público comienza a moverse rápidamente, nuevamente hay grupos que corren a las cercanías de las barricadas centrales, nuevos personajes comienzan a llegar, otros corren a ver parte del inicio de la banda británica.
Cada segundo que pasa pesa más que el anterior, la ansiedad se comienza a sentir en quienes compraron su pase diario, porque uno de los platos fuertes que condensa esta jornada es Tame Impala. La tensa espera comienza a transformarse en una certeza en el momento exacto en que el staff de la banda comienza a hacer pruebas generales. Entre láseres y descontextualizadas gráficas, el sueño de ver a Tame Impala tras siete años desde su última gira en territorio nacional, se hace más real.
20:31 y las luces se apagan, en las pantallas aparece la médico-farmaceuta que nos introduce al viaje “The Slow Rush”, nos comentan los efectos de “Rushium”, la perdemos de vista y desde el lado derecho del escenario, comienzan a tomar posición los eternos amigos de Parker. Comienza a sonar “One More Year”, la gente agolpada con sus celulares trata de inmortalizar el momento exacto en que Kevin aparezca con un tímido paso acompañado de sus muletas.
Le sigue “Borderline”, track con el que estalla esta parte del Parque Bicentenario Cerrillos, y que también se destaca por ser el tema que confirma el cuarto álbum de estudio de la banda. Continuamos con “Nangs”, “Mind Mischeif” y “Breathe Deeper”, siendo ésta última la canción que pone fin al primer tercio de esta presentación.
Sentado en el centro del escenario Kevin se toma unos segundos para conversar con el pueblo chileno. El artista australiano recuerda que han pasado más de siete años de su última presentación en suelo nacional, comenta también que le es un agrado volver a Chile, y ver que somos miles quienes esperamos su potente regreso. Lamenta su diagnóstico médico, por lo que nos pide que dejemos nuestras almas en una canción muy especial: Elephant.
Toda y todo seguidor de Tame Impala sabe perfectamente que “Elephant” es el track que condensa en sí misma el alma de las presentaciones de la banda. Icónicos shows en Glastonbury, Melt Festival o Panorame Music Festival destacan por el mítico aura de este tema, y por fin será tocado en nuestro país con miles asistentes como testigos. El juego de luces, el estallido de confeti y el inigualable juego láser, hacen de este tema, la experiencia magnánima de Tame Impala en vivo.
Kevin y compañía toman aire, al igual que todo el público que se declara bajo los efectos de Rushium. Continuamos con “Lost In Yesterday”, “Apocalypse Dreams” y “Mutant Gossip”, siendo este último tocado como antesala a “Let It Happen”, track que entre tímidos juegos de acordes, sorprende con la irrupción de esos sintetizadores que harán de este espacio, una pérdida de cabeza colectiva.
“Feels Like We Only Go Backwards”, “Evetually” y “Runaway, Houses, City, Clouds” las canciones que irradian un aura más íntima, un tanto más reflexiva respecto a las decisiones que se toman en el fuero interno, puesto que el egoísmo en las cosas del amor, hay que aprender a dejarlas atrás. La banda sale del escenario, la gente sedienta de más éxitos se niega a moverse de este lugar. Muchas y muchos recurren a sus relojes, puesto que marcan 21:44. Sobre las pantallas se publica información sobre Lollapalooza, algunas y algunos toman esto como una señal férrea de que el show se da por terminado, pero otras y otros no pierden la esperanza, porque a las 21:47 vuelve a salir la agrupación a escena.
Caminando con sus muletas, Parker bromea con su salida porque claramente nos faltan clásicos por ser disfrutados. Kevin vuelve a tomar asiento, “hips don’t lie” diría Shakira, y empatizando con su lesión, el dolor debe tomar cierto protagonismo en cada uno de sus movimientos. Irrumpen nuevamente con “The Less I Know The Better”, deuda que claramente debía ser saldada al ser uno de los sencillos más escuchados del disco Currents (2015), y también el track popular de la banda, con más de mil millones de reproducciones en Spotify. Finalizamos con “New Person, Same Old Mistakes”, logrando una introspección colectiva de toda y todo aquel que se identifique con el miedo al amor.
La solidez con la que vuelve Tame Impala al país donde reina la Cordillera de Los Andes es tal, que ni unas muletas pueden parar la potencia de la banda Australiana. La conexión con el público que los vitorea a rabiar es también una vuelta de manos a la banda por habernos regalado uno de los mejores setlist de la gira Rushium, ya que cambiaron tres temas del The Slow Rush por uno de Lonerism (2012), siendo “Mind Mischief” el electo por la banda, otro track del Innerspeaker (2010), siendo éste “Runway, Houses, City, Clouds” y la más esperada del Currents (2015) “New Person, Same Mistakes”. Los siete años que nos separan de la última vez que Tame Impala pisó esta franja de tierra valieron cada segundo, ellos se llevan el corazón de muchos y muchas, mientras que el pueblo chileno tratará de lidiar con los efectos de “Rushium”.
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